martes, 18 de noviembre de 2008
Propensa soberbia
miércoles, 15 de octubre de 2008
Hoy, ayer y mañana
lunes, 13 de octubre de 2008
Encuentro callejero nocturno
Tras haberme bajado del tren volviendo de Constitución, encamine las cuadras correspondientes en dirección a mi casa. Yo venia subsumiéndome de a poco en una contemplación de mi vida (algo nociva). Cuando estaba a pocas cuadras (es curioso que siempre en alguna novela de terror o drama, el hecho sucede siempre a pocas cuadras de la victima, y me llamo la atención ahora, aunque no paso tal cosa), se me acerca un viejo de ropa sucia, canoso, de anteojos y bien a lo nono. Me tiende la mano muy formalmente mientras dice: "buenas noches joven". Un poco extrañado pero no sorprendido lo miro fijo y le respondo iniciando la conversación:
_ ¿Yo? Eh, muy bien – le dije mientras le daba la mano.
Me había tapado la mano con la manga por que me acorde que leí algo sobre gente que tiene éter es sus manos y al exponerte te desmayabas, aunque este debería haber tenido alguna protección. En fin, fue una reacción.
_ Qué gusto. ¿Volviendo a casa?
_ Si, acabo de llegar de Constitución
_ Qué bien, y decíme… ¿qué estudias?
_ Estudio Composición musical
A todo esto el viejo nono entre oraciones daba un paso acercándoseme y yo, "reaccionalmente" daba uno para atrás. Esto paso 2 o 3 veces y después dejo de acercarse.
_Qué lindo música, ¿y cómo va?
_ Bien -sigo respondiendo un poco extrañado-, va bien
_ Y contáme, ¿el secundario? ¿Lo terminaste? ¿Lo hiciste acá?
_ Si, lo termine, pero no acá
_ ¿En donde?
_ En Neuquén
_ Ah, qué lindo... ¿Neuquén capital?
_ Si
_ ¿fuiste al Don Bosco?
_ No, no. Fui al Jean Piaget
_ Ah, como el epistemólogo, debe ser nuevo, no lo conozco.
_ Si, algo nuevo -le respondí atento. Me llamo la atención que haya dicho epistemólogo en vez de psicólogo, ya que a Piaget muchas veces lo consideraron y lo consideran un psicólogo.
_Estem…bueno….yo me voy por que me tengo que cocinar y tengo hambre
_ Ah, si, si. ¿Qué vas a comer?
_Y nosé, arroz supongo – me río un poco- con algunas verduras
_ Si, si, verduras, muy bien. Adiós joven
_Chau
Estoy volteando para caminar cuando lo escucho decir: "Espera un segundo, vení"
Volteo y lo miro. Me mira fijo pero muy cordial y cálidamente.
_ Espero que termines muy bien la noche y que la pases muy bien en tu vida
_ Bue….bueno…..muchas gracias
_ Ah! - exclama suave mientras se agarra la cabeza y me tiene la otra mano - . ¿Cómo te llamas?
_ Gonzalo, ¿usted?- vuelvo a darle la mano con la manga
_ Alberto. Gonzalo, un gusto, chau.
_Chau
Y cada uno siguió con su dirección contraria la del otro. Llegue a mi casa y me puse a cocinar.
Y Ahora, que acabo de terminar mi cena (en vez de verduras fue arroz con milanesa al horno con papas y cebolla) esta terminando la canción "O velho e a flor" de Toquinho y Vinicius, y sobre el final se escucha a Vinicius decirle unas palabras al pianista: "Te cuento que te hacemos un hasta pronto, que te vas a viajar ahora. Que todo te vaya, muy bien".
Yo no tengo ni la más puta ni microscópica idea de que quiere significar este hecho. Creo que le voy preguntar a Sócrates a ver si me ayuda.
sábado, 6 de septiembre de 2008
jueves, 28 de agosto de 2008
El inquieto sereno (el río)
A los lejos un par de tipos se dilatan con la caña de pescar. Llevan a cabo incontables veces su ritual de tirar la caña atrás para tomar impulso y dar un nuevo intento. Lo mismo sucede con el ademán de traer la tanza, ese batido de crema que se parece a una pascua linda en acción.
El viento no manda. Los álamos se entregan sin entregarse. Se dejan a disposición pero no se abandonan, no señor. Los sauces inquietos están, se les nota la entrega controlada con el viento. Las brisas solo les proporcionan regocijo, estirar un poco las ramas y sacudir las hojas cuales abuelitas a un son cubano. Son guardianes. Supervisores de los camalotes y autores de las sombras. Le dejan a la orilla ese tono descontrolado, de pelo largo, de subversiva.
Y entre tanta contemplación te veo a lo lejos, mojándote los pies. Me preocupo. Es agosto. Pero hay algo que me señala que no me tengo que preocupar, entonces me levanto y me voy.
X/11/07 Neuquén
(¿)Una picadita (?)
(…) y es cuando tengo una nube que me acompaña a todos lados, me desorienta donde piso y con quien sea que hable; una neblina que solo yo puedo espantar. Y rendido en el piso, me entrego al miedo, tratando de que mi ojos alcancen algún asidero; y no estas vos, ni tus brazos ¡Que bueno seria que si! ¡Cuán acogido me sentiría! ¡Tan protegido y purificado!
(…) que estés acá, que estén tus palabras: “ay, ¿otra vez?”, y así enredarte de mi, hasta que no haya aire entre tu cuerpo y el mío; por que vos me ves, y yo a vos, pero eso no quiere decir que estas ahí, viendo cuanto petróleo tengo y cuantas ganas tengo, cuantas cosas ansían por verte, por olerte, por leerte
Bahía de paso
Y ahora, con el ya, en la sal de esta bahía, en plaza Rivadavia, que me hospeda un rato. Cortazar, “bestiario” y sus cuentos sin resolver a causa de una edición desecha, páginas en blanco y rotas. Y alrededor una manta colorida se tira encima de todo y todos. Una presencia sonora que sale del parlante de unos artesanos, es Santana, que se hace notar el loco.
13/03/07 Bahía Blanca
lunes, 11 de agosto de 2008
la comodidad de las miradas( y su responsabilidad)
No deben ningún argumento
Las palabras expresadas se justifican
Tienen una trasfondo el mismo debe ser esclarecido
Las miradas no, son independientes
Son la contemplación a gusto
Pueden ser emitidas reiteradas veces
Y nunca pierden el sentido
Las palabras defienden una idea
Las demuestran, la encarnan
Son herramientas del intercambio sonoro
Y se suceden cronológicamente
Ella mira, yo la plagio
Lanza una mirada, se la devuelvo
Algunas palabras se entrelazan
Pero ninguno lo hace mejor que el otro
Los nervios se activan ante la belleza viva (siempre)
Luego se “corre” la mirada justo después de interceptar
Ambos dos volvemos a ser espectadores
Y ahí, en la comodidad de las miradas
Nos bombardeamos de las mismas
Abandonando las palabras
Que pena, que anhelo
Ninguno activa, ni acciona
Solo nos observamos, sin ser responsables
Las palabras son justamente
La responsabilidad de las miradas
Hacerse cargo, defender el anhelo
Palabras que defienden miradas
Y miradas que insistan palabras
Una mirada no vale 1000 palabras
Vale una sola, pero se encuentra al final de todas
Y en ese contexto, el final remite
Y remite a una sola palabra: Beso
viernes, 25 de julio de 2008
Reflexiones en Cruzero
Durante el viaje entable conversación con una chica de unos 26 años aproximadamente. De novia con un neuquino. Al subir me pidió el asiento que había comprado yo, que daba al pasillo. “Es que me mareo”- fue su argumento y de manera caballerosa dominada se lo entregué. Nuestras conversaciones entonces, se veían ligeramente interrumpidas por alguno de los chofer-azafato que invitaban a la chica a “cebar unos mates a la cabina”. Ella demostró “calidamente” su negación a la propuesta, pero minutos después me dio a entender su total repulsión. Me relato que una vez los chóferes la invitaron y ella acepto, y entre sus charlas uno le confeso que había mirado toda la noche sus tetas a través de una camarita del techo (una de esas que se usan para verificar que todo este en su lugar).
Pasada la noche, a la mañana siguiente, mientras servían el desayuno nos dieron café. Pregunte si había agua caliente para hacerme un té por que el café me cae de mierda. El tipo no escucho. Le comente a mi compañera que de haber sido ella la del comentario la habría escuchado y le hubiera traído una taza inglesa con té ingles y todo. A ella tampoco le gustaba el café, de manera que hizo el mismo reclamo. En el acto le trajeron el agua a punto caramelo y aproveche para sumarme. “Ah, no, recién se termino el agua caliente pibe”- fue la contestación pajera del chofer-azafato. Mi compañera se compadeció y me dio su té. Me puse contento y pensé: “un asiento por un té, perfecto Gonzalo, vas a ser grande en la vida”.
domingo, 13 de julio de 2008
Los colores del y no del arco iris
Verde sospechaba que algo pasaba entre Blanco y Negro. Siempre se aventuraban tras bambalinas a hacer quien sabe que. Verde tenía sus dudas. Él sabía que ellos estaban celosos y enojados por que no los aceptaron para la audición. La obra se llamaba “Felices de oreja a oreja”, Blanco y Negro decían que se sentían discriminados por Rojo, el director de la obra. Sus argumentos se basaban en ser “potencialmente desaprovechados” por no ser parte de los colores del Arco Iris. Verde era el actor principal, temía por su puesto. Entonces decidió vigilarlos, siguiéndolos minuciosamente por todo el teatro.
Un día vio que ellos se le quedaron mirando, y salieron a carcajadas. Verde los siguió. Fue hasta los camerinos, habían entrado en el camerino de Negro. Verde se detuvo en la puerta, se escuchaban gemidos desde el interior. Tras unos ademanes de asquerosidad la curiosidad lo invadió. Abrió la puerta rápidamente, lanzó una vista fugaz, y pego un salto acompañado de grito de asco cuando vio a Gris desnudo en una cama. Gris se lo quedo mirando, hasta que dijo:
- Vení, te estaba esperando, hagamos un poco de smogh.
Verde se puso rojo de inmediato y cerró la puerta fuertemente. No termino de bajar de su shock cuando ve a Amarillo que pasaba por el pasillo. Se le acerca y le comenta al oído:
- Uy, después nos anaranjamos papito, así que anda preparándote – le pellizcó el culo y siguió caminando.
Verde estaba a punto de vomitar. Estaba aturdido y petrificado, comenzó a putear por su tono rojizo. Detrás de Amarillo, venia Rojo, quien escucho sus puteadas.
- ¿Qué tenés con los Rojos, eh? ¿me estas discriminando? ¿¡Eh?! ¡¿Es por Cocomiel?! ¡¿Es por Red-Bull?! ¡Mi familia-tonalidad sufrió mucho por todo eso! ¡Y estamos orgullosos de Caperucita Roja! ¡Estas fuera de la obra!
Verde comprendió que era toda una treta y simplemente se quedo tirado en el suelo. Tan vivo como siempre. Y ahí quedo. Sintió un cosquilleo en su ombligo lo hizo crecer y propagarse de manera descomunal.
El pasillo ahora tiene un tono verdoso de alfombra. Nadie lo cuida desde entonces, lo pisan y lo ensucian.
x/x/06
miércoles, 9 de julio de 2008
Buen día; Buenas noches
(…) y lo veo; se cepilla los dientes, para lucirlos mañana, esos blancos y celestes; estira bien el cuello y hace tan pulcros buches que los pájaros recitan sus ultimas prosas
(…) Y lo veo una vez mas; se estira arqueando la espalda, y el sol, se saca esos pantaloncitos cortos, deja su remera llena de barro y se pone un pijama anaranjado atardecer; me saluda con una sonrisa tenue y se va
(…) y la veo; ay! Elle, tres jolie elle; llega y siento un trémulo leve en las rodillas, se sienta al lado mío en armoniosa quietud, como si nunca hubiera estado ahí y me hace relucir su sonrisa lunar
(…) y la veo; la escucho respirar, inhala brisas de sueños, y se los guarda en su vestido estrellado; veo sus ojos tentándome abañarme, son frescos y se enfiestan de sentidos; y están ahí, regalados sobre mi nariz o sobre quien le preste atención
(…) y lo vemos, estuvo con nosotros todo el tiempo; no se hacia escuchar, parecía entretenerse mientras nos miraba cambiar de turno; primero yo, y después ella.
x/x/06
lunes, 7 de julio de 2008
De la costa al valle(en Cruzero)
18/12/06
sábado, 5 de julio de 2008
El Travieso Aleph
viernes, 4 de julio de 2008
Una de medio día (pasado)
x/04/08
Breve historia de un pájaro carpintero
En fin. El pájaro carpintero no podía picotear ningún árbol. Y es que al pobre pájaro carpintero, se le desafilo el pico, ¿Quién querrá ahora al pájaro carpintero? Cada vez que quería usarlo se lastimaba solo. Pero eso no puso fin a sus picoteos, y se convenció a sí mismo de seguir insistiendo. Y ahí estaba. Otro árbol enfrente suyo.
_ ¿Qué haces? – le pregunto el árbol
_ Estoy picoteándote – le contesto el pájaro carpintero
_ Me haces cosquillas. Andate
_ Pero, ¿no te gustan las cosquillas? ¿no te gusta reírte?
_ No
_ Pero hace bien reírse
_ A mi no. Andate
El pájaro carpintero entonces tomo dos de sus plumas más suaves y se las ató una a cada lado del pico. Se sereno un poco y analizó la imagen del árbol. Tenía una veta abierta. Ese era su blanco. El pájaro carpintero entonces tomo carrera y se lanzo. En el momento en que las plumas acariciaron la veta abierta, el árbol casi se deshojó a carcajadas. Le temblaban las ramas y las agitaba por los aires (parecía uno de esos muñecos infladles, que están afuera de los locales y siempre tienen una risita de psicópatas). La risa contagio al pájaro carpintero, y terminaron los dos descostillándose de la risa.
_Gracias – dijo el árbol - . Le sacaste la espina a este león triste.
_ ¡´Ta todo bien! – contesto el pájaro carpintero con su ego inflado
Se sentía bien. Había ayudado alguien que no lo había pedido y a pesar de eso después se lo agradeció. Verdaderamente se encontraba feliz a sus anchas y se fue silbando. Su silbido se interrumpió cuando escucho unos gemidos entre los árboles. ¡Era un león de verdad! ¡con espina y todo!. El pájaro carpintero con ego inflado no lo dudo y fue a su ayuda.
Y así es como concluye la historia del pájaro carpintero. De cómo “alimentó” la alegría de dos seres del bosque.
x/06/08
En los bosques de verdad no hay leones, en el mío si.
Haceteun blog, maquina
_ ¿Blogspop?
_ No, no. Es blogspot
_ ¿con “p” al final?
_ No, con “t”. “T” de trolo
_Ah, “t” de trolo…… ¿Qué te pasa pelotudo?
Ojala nunca crezcan…
jueves, 3 de julio de 2008
El estigma de Girondo
Es gratificante a veces, cuando uno se refresca apoyando la espalda desnuda sobre la pared tropical, y se percibe en creyendo el pasar de un auto que pasa por la ventana, para después irse al revés de como vino. Eso me reitera la fiesta de gala. ¿A dónde van esas hojas que la leve brisa mueve? ¿No estarán hartas que les cacheteen el culo todo el tiempo? A lo mejor están celosas de las no caídas, esas que cantan un coral dirigido por el suspiro de la noche; alguna melodía pasa a visitarme y termino sintiendo una “tristeza parecida a la de un par demedias tiradas en un rincón”
(…) Y en tanto calderón de soledad, nos damos cuenta que nuestra compañera esta atrás nuestro, con los brazos sin resolver, como de costumbre, para cobijarnos de ella, sintiéndonos correspondidos dentro de un amor de algodón.
x/x/06
Cardumen suelto en Plaza San Martín
También había vitrinas con sus supuestos anteojos y maquina de escribir, cosa que me hizo sentir un poco mas despechado ya que no era muy factible que sean las pertenencias originales. Walsh, una vez radicado en Cuba, pasaba sus noches en los prostíbulos con las señoritas cubanas. Y debió haber sido una actitud recurrente, por lo menos como para que su entonces esposa deje testimonio y aparezca en una conmemoración. Su carrera cambió el enfoque tradicional del periodismo político, o mejor dicho, otorgo el suyo.
Rodolfo Walsh fue asesinado días después de haber enviado via buzón su “Carta Abierta a una Junta Militar”.
Me harte de todo eso y decidí irme. Volví a tener inconvenientes nadando entre esos ríos uniformes y diagonales. Me adentre en carácter de vuelta en Plaza San Martín; una especie de banco de arena lleno de charcos. Caminando entre la oscuridad vislumbre un grupito de ranacuajos que se me acercaban. Eran pocos, así que no me alarme. Me rodearon. “Eh, gato, dame una moneda” -dijo uno soltando unas burbujitas de aire- . “No tengo, sino te daría” -le conteste “siendo” convincente-. Uno de atrás toco mi mochila y lo hombree. Pensé que una patada en los huevos a cada uno seria mi accionar, pero la imagen de mi zapatilla siendo usada para la violencia me recordó a algo sanguinario. “Eh!, ¡¿Qué tocas loco?!”- exclamó uno-, y en el momento en que su frase se desenvolvió en el aire, se convirtió en una especie de llamado de tropas. En cuestión de segundos, me vi sumergido en un cardumen de viejitas que me empujaban, con sus millones de voces chillonas al son de “eh, loco”. Sentí que si no actuaba me iba a ahogar y de un empujón general me di a la fuga. Era como jugar a “la mancha” pero al revés; como si todos ellos fueran “la mancha”. “Yo corro mas rápido, ¡putos!”-, les grite dando fin a la persecución, dejándolos a varios metros de mi persona. Todas mis pertenencias seguían siendo mías.
Horas más tarde volví a mi casa. Me prepare para acostarme y me acorde del suceso. “Puta, los hubiera cagado patadas”- fue lo que pensé y me puse a escribir.
25/06/08